Las tecnologías que hace una o dos décadas nos parecieron innovadoras, de a poco comienzan a ser piezas de museo. Y los materiales, los tamaños, las formas que nos acompañaron durante años, un día se vuelven obsoletos.
Algunas transcurren sin pena ni gloria y otras desaparecen muy a nuestro pesar. Están aquellas que se vuelven de culto y resisten, como el vinilo o el fílmico. Pero todas se caracterizan por sus sonidos. Con cada generación tecnológica aparecen y desaparecen un montón de sonidos de nuestra vida cotidiana.
A continuación, un pequeño homenaje a cinco sonidos que el siglo XXI está a punto de enterrar:
Sonido del módem dial-up conectándose
Si bien todavía quedan algunas personas que por motivos económicos utilizan la conexión dial-up, la popularización de la banda ancha la dejó casi obsoleta. Por más que el sonido fuera molesto y disonante, siempre tuvo algo hipnótico. Incluso podía ser silenciado a través de la configuración, pero muchos preferíamos no hacerlo. Era la confirmación de que nuestra conexión a la red de redes, y en consecuencia al futuro, se estaba llevando a cabo. Escuchar a las computadoras cuchichear en su propio idioma era, sencillamente, fascinante.
Para l@s interesad@s, en 56K Modem Emulator también le rinden homenaje.
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Sonido de mensaje recibido en el ICQ
Antes de que el Messenger se convirtiera en el programa de mensajería por default, el ICQ fue imprescindible. Su estética aparatosa, en contraste de sus aspiraciones flower-power lo hacían curioso. El sonido de llegada de un mensaje nuevo (incoming message) del ICQ es uno de esos sonidos de fines de los ‘90 que jamás olvidaremos.
La lista completa de sonidos del ICQ todavía se puede escuchar en el sitio oficial de ICQ
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Proyector de diapos pasando
El proyector de diapositivas tuvo, históricamente, dos usos. Uno hogareño, por el cual había familias que guardaban las fotos de sus vacaciones para siempre como diapositivas y las proyectaban cada tanto en reuniones familiares. Y oro académico, como material de apoyo de clases universitarias que requirieran material visual.
Los revelados rápidos y la fotografía digital excluyeron las diapositivas del registro cotidiano. Y si bien todavía pueden encontrarse muchos proyectores en clases universitarias de materias como Arte (ya que el acervo de imágenes que se conservan en este formato todavía no ha sido alcanzado por la digitalización), la combinación de PowerPoint + PC provocaron que este hipnótico aparato esté en vías de extinción.
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Máquina de escribir eléctrica
A medio camino entre la máquina de escribir clásica y una PC, la máquina de escribir eléctrica fue un verdadero alivio para las manos de recepcionistas y empleados administrativos. Aunque sea electrónica, todavía conserva el acervo de la vieja escuela tecnológica: a diferencia de lo láser, que no entra en fricción con las cosas, la máquina de escribir eléctrica -como el casette o el vinilo- roza el sustrato, lo marca, le imprime fuerza con un sonido inconfundible.
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VHS rebobinando una película
A simple vista, el VHS es el hermano grandote y tonto del casette de audio. Si bien hoy podríamos considerar a este sistema como grande, incómodo y con mala calidad de imagen, el VHS revolucionó la historia llevando a los hogares la posibilidad de ver películas sin necesidad de ir al cine.
Poner stop para ir al baño, adelantar una parte o volver a ver una escena fueron acciones que tuvieron su sonido particular. A diferencia de un DVD, que es casi silencioso, el sonido del VHS rebobinando, con esa leve variación entre el ruido del comienzo y la aceleración que se producía hacia el final cuando ya casi no quedaba cinta, hoy son memorables.
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